
La historia es de sobra conocida, pero contémosla por encima. Izzy Stradlin, guitarrista de
Guns N`Roses y autor o co-autor de alguno de sus mejores temas, abandona la banda en la cima de su popularidad a causa de sus diferencias con
Axl, los problemas de drogas de todos sus miembros y el hartazgo del show business en su faceta más despiadada. Así que en 1991 coge sus bártulos y se pira a Indiana donde se dedica a componer el que sería su primer álbum en solitario. Grabado y publicado en
1992, en él Izzy se hace acompañar de una banda más que eficaz compuesta por
Jimmy Ashhurst (bajo y coros),
Charlie Quintana (batería y coros) y el magnífico
Rick Richards de
Georgia Satellites (otro grupo a reivindicar) a la guitarra. Izzy canta y por supuesto toca la guitarra. La lista de colaboraciones tira de espaldas con, entre otros, tipos tan reputados como
Ian McLagan,
Ronnie Wood o
Nicky Hopkins. Lo que suena aquí es rock clásico al estilo
Faces o
Rolling Stones etapa 70's, con unas excelsas guitarras, una maravilla, para que nos entendamos. La voz de Izzy, seamos sinceros, no es para tirar cohetes, pero pone toda la garra de la que es capaz, dándole una gran emotividad. Qué queréis que os diga, si no lo tenéis ya habéis perdido demasiado tiempo, pero nunca es tarde para recuperarlo. Más que recomendado.