Kitty, Daisy & Lewis - Kitty, Daisy & Lewis

2008. Fueron la revelación del año pasado y se ha hablado sin parar de ellos en los últimos meses. Unas veces para bien y otras para mal, aunque ya sabéis que lo importante es que hablen de tí, así que la polémica no les ha venido nada mal. Digo polémica porque algunos se han encargado de sembrar la duda al respecto de su "autenticidad", que si son un hype, un grupo prefabricado por sus propios padres, que si hay mil grupos del género mucho mejores... Esta última es mi favorita, al final vamos a tener que escuchar únicamente al mejor grupo del estilo en cuestión, ya que los demás no están a su altura. Claro está que quién es el mejor nos lo tendrá que decir el gurú de turno, en fin, cosas de la vida. Esos que los critican son también los que maldicen la juventud actual y su poco amor a la música de raices, curiosa paradoja. Que pudieran ser un invento de la industria discográfica se cae por su propio peso al ver que detrás no está más que una independiente que obviamente no tiene la pasta y el poder suficiente para imponer un artista como hacen las multinacionales. Pasando ya a lo verdaderamente importante los hermanos Durham son tres adolescentes (15, 18 y 20 años) ingleses apasionados de la música de finales de los 40 y la década de los 50, ya sabéis, la penosa postguerra que sin embargo nos legó tantas joyas en lo musical, r&b, rock and roll, blues, swing, de todo ello se compone este disco debut que fue grabado en el transcurso de un año con instrumentos y equipo vintage en el trastero de la casa familiar, intentando recrear el sonido de los estudios Sun de Memphis o los Chess de Chicago. Los tres son multi-instrumentistas y en directo van acompañados de sus propios padres, Graeme Durham (ingeniero de sonido) y Ingrid Weiss (que fue la batería original de The Raincoats). El disco como os digo es una maravilla de las que te hace recuperar la esperanza en el género humano, desde la tremenda versión que lo abre, el ya mítico "Going up the country" de los Canned Heat hasta los ecos hawaianos de la que lo cierra, "Swinging Hawaii", pasando por la trepidante "I got my mojo working". Y poco más te cuento, que podían haber aparecido por aquí mucho antes pero ya sabéis que este no es un blog de novedades. Ha pasado ya un tiempo prudencial y era de ley que acabaran en el Reino. Ojalá este grupo sirva de rompeolas para que otros jovencitos se acerquen a lo que la mayoría de ellos seguramente calificarían de "música de viejos". ¡Salud!